El distinguir entre recursos renovables y no renovables ha demostrado tener poca relevancia. En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, en Estocolmo, se enfatizó el problema del agotamiento de los recursos «no renovables», se mostraron proyecciones de diferente tipo: unas pronosticando el colapso definitivo de la especie humana por el agotamiento del petróleo y otros recursos minerales; otras contrarrestando tales proyecciones. Curiosamente más tarde en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, en Río de Janeiro, la preocupación dominante era: la escasez de agua, la pérdida de diversidad biológica, la desaparición de los bosques, el agotamiento de los recursos del mar, la degradación de las tierras agricolas; todos éstos considerados recursos renovables. El problema es, en definitiva, de cómo se utilizan los recursos; es un problema de gestión de recursos naturales, gestión que puede ser sustentable o no sustentable. Lo que implica inmediatamente una dimensión fundamental: la temporal. La diferencia entre los recursos está determinada por la escala temporal de renovabilidad de los mismos y su sustentabilidad determinada por la relación entre la tasa de crecimiento de la reserva de los mismos y su tasa de extracción o cosecha. Si las tasas de extracción superan las de crecimiento de la reserva el recurso corre el riesgo de agotarse, y se dirá que su explotación es insostenible.
Permanentemente se forman cuerpos mineralizados: es sabido que el cobre y el oro se forman debajo de ciertos volcanes, y el cobre y el zinc en algunas zonas de los fondos marinos; el petróleo se forma en diversos lugares del mundo, de la misma manera que la tierra fértil en tiempos que van de 10 a 50 y 100 años, o que determinados bosques se renuevan en periodos que van desde unas cuantas décadas hasta 100 años. Fundamentalmente es un tema de horizontes temporales determinados por la vida humana y los tiempos del mundo natural, y asociado con ello el ritmo al cual se realiza la extracción.
Al parecer, la cantidad existente de minerales es enorme. Sin embargo, para satisfacer las necesidades industriales del mundo moderno, su abastecimiento queda circunscrito a un tipo especial de rocas con concentraciones elevadas de ciertos elementos y que representan una fracción pequeña de la corteza terrestre. Lo importante es entonces el grado de concentración de un elemento específico en una determinada localización, elemento que, dada una cierta tecnología, es susceptible de ser extraído a costos convenientes desde el punto de vista social.
En función de lo anterior los recursos minerales se podrían definir como las concentraciones naturales de elementos existentes en la corteza terrestre en forma tal que puedan ser potencialmente extraídos y procesados, dados los conocimientos científico-tecnológicos existentes.
· Según Amílcar Herrera,2 la capa sólida de la corteza terrestre en que están contenidos los recursos mineros, es de un espesor que fluctúa entre 32 y 40 km. En las actuales explotaciones mineras, la profundidad media alcanza 300 m raramente supera 2 000 hasta alcanzar, en casos muy excepcionales, 3 000 m. En esta corteza terrestre los elementos requeridos por el sistema social se encuentran entonces en diversos grados de concentración. A medida que esta concentración disminuye, se llega a un punto en el que las partículas de los elementos no son susceptibles de ser separadas, y están integradas en la estructura cristalífera de las rocas y otros minerales de la corteza terrestre. En este nivel se dice que los elementos se presentan en la abundancia característica de la corteza terrestre. Los elementos de la corteza terrestre susceptibles de ser utilizados deben de presentarse en concentraciones mínimas, generalmente con combinaciones específicas: óxidos, sulfuros, sulfatos, carbonatos, y en algunos casos aparecen en estado nativo. En este nivel se puede hablar ya de recursos propiamente dichos. Es decir, hay un límite que separa aquellos elementos de un cierto grado de concentración de los mismos elementos, dispersos, integrados en la estructura de la corteza terrestre en concentraciones infinitamente pequeñas. Tal límite es un límite mineralógico determinado por características químicas y geológicas, y obviamente varía según los diferentes productos.
jueves, 6 de mayo de 2010
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HOLA COMPAÑERA LO SIENTO DECIRTE QUE TU INFORMACIÓN ME PARECIÓ PÉSIMA YA QUE NO TIENE NINGUNA IMAGEN LE FALTO PONERLE COLORES ALAS LETRAS COMPAÑERA TE RECOMIENDO QUE LA PRÓXIMA LO HAGAS MEJOR HASTA EL PRÓXIMO COMENTARIO .
ResponderEliminarSE DESPIDE NIDIA SOTO PARRA DEL 4 SEMESTRE GRUPO C.
Compañera la informacion esta aburrida porque no tiene imagenes ni colores en las letras ponle mas empeño tu compañera CLARA RIOS ISIDRO DEL 4º"C".
ResponderEliminarQue tal compañera sabes tu informacion esta un poco aburrida porque no tiene imagenes es todo de mi parte se despide tu compañero JUAN CARLOS RODRIGUEZ ROMAN DEL 4º"C".
ResponderEliminarHOLA COMPAÑERA TE SUGIERO QUE ANEXES IMAGENES A TU INFORMACION PORQUE ESTA MUY ABURRIDA Y UTILIZA DIFERENTES COLORES DE LETRAS PARA QUE TU INFORMACION DSE VEA MAS PRESENTABLE ESPÈRO Y TE SIRVA MI COMENTARIO ATTE:DIANA IVETH HERNANDEZ MATEOS IV "C".
ResponderEliminarCompañera tu informacion esta bien pero el detalle es que le falta imagenes para que este interesante eso es todo tu compañera ELISELDA GUZMAN COHETERO DEL 4C
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